Las fiestas populares de La Rioja

Como todas las provincias argentinas, tenemos las fiestas populares de La Rioja. Son pocas, pero de mucha relevancia para sus habitantes y los turistas no se las pueden perder. Están repletas de historia, tradición, alegría, religión, música y agradecimiento. Conócelas a continuación, no dudarás en incluir alguna de estas en tu itinerario de viaje.

• Fiesta en honor al Santo Patrono Nicolás de Bari y al Niño Alcalde

Todos los años, durante los primeros días del mes de enero, La Rioja es escenario de celebraciones  en honor a San Nicolás de Bari, patrono de la diócesis de esta provincia.

La festividad inicia el 31 de diciembre con el solemne Tinkunaco. Continúa el primero de enero con la solemnidad de Santa María Madre de Dios y la jornada mundial por la paz. Entre tanto, el sábado 2, se celebra  la solemnidad de Jesús Divino Niño Alcalde.

El cierre está pautado para el día 3 de enero, con la despedida de la imagen del Niño Jesús Alcalde. Esta última actividad, se realiza en el santuario de San Nicolás.

Es un evento netamente religioso, el cual destaca por la procesión con las imágenes del Santo Patrono Nicolás de Bari y el Niño Alcalde.

• Fiesta Nacional de la Chaya

Esta celebración tiene lugar durante el mes de febrero, y mientras transcurre ningún riojano o turista se la quiere perder.  La Chaya, máxima festividad que vive el pueblo de La Rioja,  es un carnaval ancestral que logra reunir multitudes. Estamos hablando de extranjeros y lugareños  en busca de música y celebraciones.

Sin embargo, también existen otras fiestas satélites a la principal o la más mediática que se realiza en la ciudad capital. Una de esas es Chilecito, una celebración que cada vez va tomando más renombre. Villa Unión también tiene una fiesta muy importante para celebrar la Chaya.

Durante la Fiesta Nacional de la Chaya hay celebraciones, desfile de carrozas, comparsas, cursos, disfraces y, por supuesto,  la elección de La Reina del Carnaval.

Otra de las situaciones que es común ver durante este evento, es a los participantes tirándose harina. Esto tiene un significado. Y es que, cubriendo  la cara y la ropa de quienes participan en los ritos, se borran -simbólicamente- las barreras económicas y socioculturales que separa a la gente a lo largo del año.

Cuenta la leyenda, que Chaya era bella joven india que se enamoró perdidamente de Pujllay;  un joven pícaro y alegre, pero mujeriego, que la ignoró. Tras ver su amor no correspondido, ella  se internó en el monte a llorar por sus penas amorosas, desapareciendo en él para siempre.

Desde entonces, suele regresar todos los años hacia mediados del verano del brazo de la Diosa Luna; en forma de rocío o fina lluvia. La Chaya suele coincidir con Carnaval, por cuanto es una excelente opción para aprovechar esos días feriados.

• Fiesta Nacional del Artesano

Esta fiesta popular tiene lugar durante el mes de julio y tiene como objetivo honrar y dar visibilidad a los artesanos de la provincia de La Rioja. Consta básicamente de una exposición de artesanías tradicionales de más de 260 artesanos, y espectáculos artísticos y culturales dónde se pueden apreciar verdaderas obras de arte.

En lo que respecta a la exposición, se arman una docena de carpas con artesanías elaboradas en cuero, metal, cerámica y madera. También hay tejidos elaborados con distintos materiales y diferentes técnicas, instrumentos musicales, carteras, telares de vicuña, objetos de artes y vajilla. Además se ofrece una feria de productos regionales como vinos y dulces entre una gran variedad gastronómica.

• Tinkunaco

Fiesta popular y religiosa que se celebra hace más de 400 años, mezclando las raíces andinas e hispanas que han resignificado a lo largo de ese tiempo.

Durante el Tinkunaco se conmemora el pacto de paz   entre los conquistadores españoles y los diaguitas que habitaban en La Rioja, para las pascuas de 1593.  Medio siglo después de aquel episodio, los jesuitas retomaron esa historia como parte de su práctica evangelizadora y dieron origen a esta celebración.

Algo muy interesante de esta festividad, es que originalmente era histórico-política basada en el alzamiento indígena y la posterior rendición ante los españoles. Sin embargo, más tarde, la orden jesuita tomó los elementos del hecho, convirtiéndolo en una ceremonia religiosa (fue tan impactante, que había quedado latente en la memoria colectiva de los habitantes).

Durante las celebración, se pueden ver algunos las pascuas de 1593 rituales antiguos, atuendos tradicionales, el canto en quichua y las cofradías. Una de ellas es la cofradía Allis, que representa a los Indígenas y, por el otro,  la cofradía los Alféreces que representan los españoles.

Tinkunaco  significa “encuentro” en lengua quichua, por lo que el 31 de diciembre el pueblo riojano se reúne en la celebración junto con las imágenes del Niño Jesús Alcalde,  San Nicolás de Bari, San Francisco Solano y las cofradías de los Allis y de los Alféreces. Esta celebración continúa durante los primeros días de Enero pero ya mencionada como la fiesta en honor Patrono Nicolás de Bari y el Niño Alcalde.

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